¿Eres jefe o líder? Claves del liderazgo empresarial.

El éxito empresarial depende de muchos factores, entre ellos de las capacidades y aptitudes de su líder. Sí, hablamos de líder y no jefe, puesto que son dos conceptos sustancialmente diferentes. ¡Te contamos porqué!

Un líder marca el camino a seguir dando ejemplo a sus empleados, marcando objetivos y motivando a su equipo además de representar a la perfección los valores y principios de la empresa.

Ser un buen líder (no un líder sin más) no es una tarea sencilla. Este rol se caracteriza por tener una serie de capacidades que no están al alcance de cualquiera.

Tipos de liderazgo

Ahora que ya hemos hablado de la importancia de ser un buen líder, te contamos los tipos de liderazgo que pueden existir dentro del entorno laboral:

• Liderazgo autocrático o autoritario: el líder asume la responsabilidad de todas las tomas de decisiones en la empresa. Sus empleados tienen poca oportunidad de opinión o de hacer sugerencias.
• Liderazgo de coaching: el líder ayuda a sus empleados a identificar sus debilidades y fortalezas, estableciendo unos objetivos y motivando a conseguirlos.
• Liderazgo de laissez-faire: el líder otorga la mayor libertad posible a sus empleados, son ellos lo que deben fijar los objetivos y tomar las decisiones.
• Liderazgo burocrático: el líder hace hincapié en las normas, los métodos y los procedimientos a seguir, asegurándose de que sus empleados los cumplen a rajatabla.
• Liderazgo transaccional: el líder recompensa económicamente el esfuerzo y compromiso de sus empleados, castigándolos en caso de no cumplirse los objetivos marcados.
• Liderazgo transformacional: el líder fomenta el trabajo colaborativo y hace hincapié en que los miembros del equipo se ayuden entre sí y trabajen en conjunto.
• Liderazgo democrático: el líder comparte con sus empleados el proceso de toma de decisiones, dándole la oportunidad de exponer su opinión y sus propuestas
• Liderazgo situacional: el líder conoce a la perfección a sus empleados y sabe qué puede exigir a cada uno de ellos, adaptando su manera de liderar en función de la situación.

Características de un buen líder

Para ser un buen líder, hacen falta algunos requisitos:

• Capacidad de comunicación, motivación, organización y resolución: organiza y motiva a tu equipo para alcanzar mejores resultados y afrontar proyectos importantes con optimismo. Para ello, no hay nada mejor que la comunicación clara y transparente entre todos los miembros. Resuelve conflictos de manera firme y segura, de manera que tus empleados sepan que pueden confiar en ti al 100%.
• Carisma y creatividad: la mejor forma de ser un buen líder es conseguir que tus empleados te admiren. Transmite confianza y cercanía, apostando siempre por la innovación y las ganas de ir un paso más allá. Mantente abierto a cualquier tipo de propuesta y demuestra que estás dispuesto a arriesgar.
• Entusiasmo: el líder más exitoso es el que demuestra pasión por lo que hace, ya que es la mejor forma de dar ejemplo a sus empleados. Transmite a tu equipo el entusiasmo por afrontar nuevos retos y consigue que crean en cada proyecto, teniendo como objetivo superarse siempre.
• Disciplina: ser una persona cercana no quiere decir que se dejen traspasar ciertos límites. Asegúrate de que predomina el respeto hacia ti y entre todos los miembros del equipo, cumpliendo las normas estipuladas y fomentando un comportamiento ejemplar.
• Honestidad y confianza: sé transparente y sincero con tu equipo, muéstrate como una persona cercana con la que pueden contar en cualquier situación. Demuestra confianza en tus empleados y delega tareas en ellos, haciéndoles ver que confías en su trabajo y sus capacidades.
• Visión de futuro: ten siempre presentes los objetivos marcados y trata de llevar a tu equipo hacia ellos, tomando decisiones en común y demostrándoles que son importantes para el futuro de la empresa.
• Escucha activa: presta atención a lo que tus empleados tengan que decirte, valorando toda la información y haciéndoles sentir escuchados. Pregunta sobre sus planteamientos y hazles saber que los vas a tener en cuenta, transmitiendo una sensación de interés total.

Ser un buen líder no está al alcance de cualquiera, pero es imprescindible para sacar el máximo potencial a tu equipo y conseguir los mejores resultados para tu empresa.